La Plaza de San Pedro lució diferente la mañana del miércoles 23 de octubre, durante la tradicional audiencia general que ofrece Su Santidad el Papa Francisco, ya que en el lugar se encontraba la totalidad de la delegación de aspirantes y funcionarios, quienes se encuentran participando de la tradicional gira de estudios, encabezados por el Jefe de Educación y Director Escuela, Prefecto Inspector Víctor Donoso Diez.
Luego, en horas de la tarde, nuestros representantes tuvieron la oportunidad de conocer los Museos Vaticanos, los que nacieron con una pequeña colección privada de esculturas perteneciente a Julio II (1503-1513) situada en el llamado "Patio de las Estatuas del Belvedere" hoy llamado "Patio Octógono". Los Papas fueron los primeros soberanos que pusieron sus colecciones de arte y sus palacios a disposición de la cultura y del público.
Los Museos Vaticanos y las Galerías Pontificias nacen con los pontificados de Clemente XIV(1769-1774) y Pío VI (1775-1799), por esta razón los museos toman el nombre de museo Pío-Clementino. Más tarde, Pío VII (1800-1823) amplió notablemente las colecciones de Antigüedades Clásicas, añadiendo el Museo Chiaromonti y el Brazo Nuevo, y enriqueció la Colección Epigráfica situada en la Galería Lapidaria.
Previamente, el martes 22 de octubre, el Prefecto Inspector Víctor Donoso, junto al Comisario Héctor Marín; el Inspector Patricio Santibáñez; la Inspector Viviana Zapata; los aspirantes Catherine Camusetti y Juan Moreno y la asistente administrativo Claudia Cerda sostuvieron un encuentro de carácter protocolar con el Embajador de Chile ante la Santa Sede, Fernando Zegers Santa Cruz.
Sitios de interés cultural
Durante estos días, los futuros oficiales conocieron el Panteón, uno de los monumentos mejor conservados de la Antigua Roma. Contemplar sus severas formas clásicas conviviendo con normalidad con edificios de la ciudad moderna produce una extraña sensación de anacronismo.
Asimismo, recorrieron el Circo Máximo de Roma (Circo Massimo), situado entre los montes Aventino y Palatino, era un recinto alargado con espacio para 300.000 espectadores. La pista de arena, con unas dimensiones de 600 metros de longitud y 225 metros de anchura, hacía del Circo Máximo el mayor de Roma, por delante del Circo Flaminio y el Circo de Majencio.
En el Circo Máximo se realizaban diferentes competiciones, entre las que destacaban las carreras de carros, en las que los participantes trataban de dar siete vueltas al Circo Máximo. Los corredores, montados en pequeños carros tirados por caballos, se jugaban mucho más que su prestigio o grandes premios en las carreras, ya que muchos de ellos eran esclavos luchando por su libertad.
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